Con honores Alondra se graduó en la unidad de neonatología del Hospital de Chillán

martes, 6 de agosto de 2019

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Unidad de Neonatología del recinto asistencial base de Ñuble celebró la ‘graduación’ de los pacientes más pequeños del Establecimiento que recibieron el alta médica que les permite ir a sus casas junto a sus familias.

Una emotiva ceremonia de graduación se vivió en la Unidad de Neonatología del Hospital Clínico Herminda Martín (HCHM) de Chilllán, lugar donde tras 81 días de hospitalizada y con un peso de 2 kilos 680 gramos, Alondra Sáez Meza, recibió el reconocimiento de todo el equipo en el día en el que por fin pudo irse a su hogar con su familia.

Las fotografías se repetían a cada momento en este simbólico acto, donde la pequeña Alondra se licenció con honores gracias a su valentía y fortaleza, rodeada además de las muestras de afecto de los funcionarios de distintas áreas que apoyaron su recuperación durante todo este tiempo, pues ella nació el 15 mayo de este año, con 25 semanas de gestación, pesando 677 gramos y midiendo 29 centímetros.

Es por eso, que este logro, su alta médica, es compartido por todos quienes la ayudaron para que pueda emprender el rumbo a San Carlos, junto a su hermana mayor, su padre Aladino y su madre Elizabeth.

Fue ella, quien emocionada compartió unas palabras al momento de irse a su hogar, expresó que vivió feliz la despedida preparada para su hija, ya que “esto sella un período intenso, del que estoy muy agradecida porque recibí toda la energía y fortaleza que necesitaba de parte de las enfermeras de Neonatología, quienes además de darle a mi hija todos los cuidados y amor, me apoyaron y contuvieron cuando lo necesité. Por eso, estoy muy emocionada de llevarla a casa con nosotros, es para mí un gran día”.

La enfermera supervisora (s) de la Unidad de Neonatología, Katherine Espinoza aseguró que la idea de esta celebración es “reconocer este importante hito, pues los prematuros son pacientes que requieren de muchos cuidados, más aun los que tienen condiciones extremas, por eso es que un orgullo para todos quienes trabajamos en esta unidad, momentos como éste, donde finalmente nuestros pequeños pacientes se van al hogar con su familia. No cabe duda que formamos vínculos muy estrechos, que tanto en este con en cientos de otros casos,  se mantienen por largos años con los padres, niños y niñas, pues al permanecer tanto tiempo hospitalizados nos sienten como su segundo hogar y agradecen los cuidados que con amor y profesionalismo les entregamos”.

Al respecto, el  Jefe de la Unidad de Neonatología, Dr. Julio Salas, destacó que “como Hospital estamos muy orgullosos del trabajo de esta Unidad, donde se atienden nuestros usuarios más pequeños, sobre todo los prematuros extremos que desde el día de su nacimiento son monitorizados permanentemente para lograr que sobrevivan, teniendo una buena calidad de vida y la menor cantidad de secuelas posibles”.

Pese a que ya no estará hospitalizada, esta pequeña acudirá periódicamente al recinto para continuar con sus controles clínicos dada su condición de prematura extrema.

Ésta fue la primera actividad de este tipo, la que se realizará cada vez que reciba el alta médica un prematuro extremo, es decir, que haya nacido a las 28 semanas de gestación o antes, o pesado menos de mil gramos al nacer, resaltando el logro que significa la sobrevivencia en estos casos.

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