Disminuyen embarazos en adolescentes y refuerzan estrategias de prevención para mantener la tendencia

viernes, 26 de septiembre de 2014

De las 1.211 menores de 19 años que fueron madres en 2009, bajaron a 958 el año pasado.
En el Día Mundial de la Prevención del embarazo en jóvenes, el Servicio de Salud Ñuble y la Municipalidad de Chillán realizaron una feria informativa en la vía pública, dirigida a estudiantes de establecimientos educacionales de Chillán.

Una disminución del 20% en el último quinquenio presentan los casos de embarazo juvenil en la provincia, según cifras entregadas por el Servicio de Salud Ñuble.
De acuerdo a las estadísticas, en 2009 fueron 1.211 las menores de 19 años que se convirtieron en madres, cifra que disminuyó a 958 el año pasado.
La reducción es más significativa en el grupo de jóvenes de 15 a 19 años, pues los embarazos pasaron de 1.164 a 911 en los últimos cinco años.
En el caso de las mujeres más jóvenes, de hasta 14 años, las cifras se mantienen estables con un número de embarazos que llegó a 47 en 2013.

“Hay una tendencia sostenida en la disminución de los embarazos en jóvenes, pero tenemos que persistir en las estrategias de prevención, educación y acceso a servicios de salud apropiados para este grupo de edad, especialmente para marcar un quiebre importante en las menores de 14 años, que es el rango etario donde las cifras se mantienen o hay una discreta reducción en algunos años”, explicó el Director (TP) del Servicio de Salud Ñuble, Iván Paul.

“Los embarazos adolescentes disminuyen, como está ocurriendo con la natalidad en general, pero continua registrándose en jóvenes de estratos socioeconómicos más vulnerables, por ello, debemos seguir ampliando las estrategias preventivas”, precisó el directivo.

La estrategia nacional de salud, con metas al año 2020, se ha planteado disminuir en un 10% la tasa de fecundidad proyectada en la población menor de 19 años.

Este es un desafío no sólo sanitario, también de desarrollo social y equidad, ya que el embarazo en la adolescencia se traduce en falta de oportunidades y aplanamiento de las perspectivas futuras de vida de las jóvenes, su hijo/a y su familia.

“Esta situación se vincula a varias determinantes sociales, como el bajo nivel socioeconómico, de escolaridad y a la ausencia de proyecto de vida, así como también se relaciona con inequidades en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva”, comentó Iván Paul.

En respuesta a esto es que las estrategias apuntan a acercar los espacios de consulta y atención de salud a lugares donde las y los jóvenes realizan sus actividades cotidianas, como son establecimientos de educación y centros de encuentro, generando instancias no convencionales para evaluar su estado de salud y conductas de riesgo, explicó la matrona Magdalena Lincolao del Departamento de Salud municipal.

Igualmente, dijo, en todos los centros de salud familiar los y las jóvenes pueden acceder a consejería en salud sexual y reproductiva, educación y métodos anticonceptivos.

Otra modalidad de acercar la atención de salud a los jóvenes es a través del “espacio amigable” que han implementado centros de salud familiar con equipos profesionales, espacios y horarios de atención especiales.

Control del Joven Sano

Como una manera de acercar la salud a los jóvenes y responder a las necesidades propias de su edad, en las comunas de Chillán, Chillán Viejo, San Carlos, Quillón, Pinto, San Ignacio y San Nicolás se implementó el control del Joven Sano, iniciativa en la que en este año se invertirán 32 millones de pesos. La estrategia se desarrolla en establecimientos educacionales o en centros comunitarios para evaluar el estado de salud en forma integral, el crecimiento y normal desarrollo, y por otro, identificar factores protectores y de riesgo, con el objetivo de intervenir en forma oportuna.
En el control se educa en sexualidad sana y segura, prevención de infecciones de transmisión sexual y del embarazo.

Consecuencias del embarazo en adolescentes

Las mujeres adolescentes embarazadas tienen menos probabilidades de terminar estudios y más riesgo de tener empleos informales y de presentar situación de pobreza.
El embarazo en este grupo etario siempre debe ser considerado como de alto riesgo, tanto para la madre como el niño, pues se relaciona con una mayor probabilidad de morir tanto en la adolescentes embarazadas como en sus hijos o hijas.

La Estrategia Nacional de Salud, con metas al año 2020, plantea:

– Disminuir en 10% el embarazo adolescente.
– Aumentar en 20% la prevalencia de uso del condón en la población entre 15 y 19 años.

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