¿Cómo cuidar la salud mental de los niños y niñas en el marco de la emergencia por incendios forestales?

jueves, 16 de febrero de 2023

A pesar de que la situación de alerta está más controlada, el haber experimentado o visto situaciones traumáticas durante la catástrofe puede traer consecuencias que deben ser tratadas a tiempo.

Actualmente la salud mental de los habitantes de las zonas más afectadas por los incendios forestales es una de las principales preocupaciones del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ). La ansiedad y los estados de preocupación constante hacen orientar las estrategias de atención de las y los usuarios quienes han manifestado cuadros de estrés agudo y trastornos de ánimo.

En esa línea, los niños, niñas y adolescentes son uno de los principales focos en los cuales los equipos de salud mental se encuentran trabajando, debido a su vulnerabilidad ante situaciones traumáticas como las vividas recientemente.

“Si bien la situación de emergencia se encuentra más controlada, aún existen incendios activos, los cuales mantienen alerta a la población y a la Red Asistencial. Esta permanente preocupación sin duda tiene repercusiones en la salud mental de la ciudadanía, quienes se mantienen en constante tensión frente a la ocurrencia de nuevos siniestros, estando dentro de la población más vulnerable ante estas afectaciones las y los niños”, enfatizó la Directora (s) del SSÑ, Elizabeth Abarca Triviño.

La profesional recalcó además que “es nuestra labor ahora, que las estrategias también se enfoquen en el cuidado de la salud mental de los niños, niñas y adolescentes, para lo cual, es fundamental que los padres y cuidadores tengan las herramientas que permitan sobreponerse a este escenario y a su vez puedan reconocer síntomas que se estén manifestando, y así acceder a una atención oportuna”.

Síntomas y medidas de cuidado

Para la Dra. Scarlett Aravena Cifuentes, Psiquiatra Infanto Adolescente, Especialista en Trauma Emocional, del Hospital Clínico Herminda Martín y del COSAM Ñuble, es importante poner atención a los signos que puede manifestar un niño, niña o adolescente. “Independiente de la edad, a veces pueden aparecer algunos malestares físicos, como dolores de cabeza, de estómago, o problemas para dormir, para concentrarse, perder interés en actividades que antes disfrutaban, tener cambios conductuales o aparecer sentimientos de culpa”, destacó.

“Lo principal es que el adulto a cargo mantenga la calma, porque verbalmente uno le puede decir al niño/niña que se relaje y controle, pero si la actitud es totalmente opuesta, difícilmente va a poder lograrla. Permitir que los niños expresen sus emociones y hablen del tema, no intentar bloquear lo que ocurre. Evitar que estén constantemente viendo noticias o escuchando historias de lo que vivieron los adultos, ya que puede causar más estrés. Es importante que los papás o cuidadores se pregunten si existe un cambio de actitud o comportamiento, si están más temerosos, llorando más, durmiendo o comiendo bien. Estos síntomas, con el paso del tiempo, deberían ir disminuyendo, pero si van en aumento, debemos consultar a un especialista. Por ejemplo, si ya pasó un mes y aún está con recuerdos de la experiencia traumática, significa que el evento se está consolidando; o si aparecen sentimientos de inutilidad o depresión, incluso llegando a las autolesiones, no se debe esperar a que se transforme en algo más grave”, enfatizó la especialista.

Finalmente, la Dra. Aravena indicó que, “como medida de autocuidado, hay cosas simples que se pueden hacer en el hogar, como por ejemplo fomentar la actividad física, pero que no sea una actividad impuesta y se convierta en algo estresante. Es importante mantener los hábitos en el hogar, conservar la rutina, que se les permita jugar y estar en contacto con otros niños, leer libros de acorde a su edad, escuchar música, tocar algún instrumento, o escribir un diario, ya que son acciones que ayudan a sobrellevar situaciones como éstas. Hay que entender que van a estar con más necesidades de cuidado y afecto, lo que se irá normalizando, por lo que hay que estar más disponibles para atender sus requerimientos”.

Para orientación o consulta, es importante acercarse a los equipos de salud mental de los distintos establecimientos de atención primaria, o llamar a los fonos: Salud Responde, 600 360 7777 o a línea de Prevención del Suicidio *4141.

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